El coaching es un proceso que requiere tiempo. Conviene analizar todas las opciones que surgen en cada sesión y la conveniencia o no de llevarlas a cabo, las opciones alternativas y el grado de satisfacción de la propia persona al tomar la decisión de cambiar una actitud o poner en marcha un nuevo proyecto. Ese es el modo en el que conjuntamente se siente que la persona se está desarrollando como desea o no. Si en el proceso la persona cree que su meta inicial ya no le satisface, es ella quien la cambiará o adaptará a la nueva situación.
Dependiendo de cómo establezcamos nuestros objetivos y metas los alcanzaremos o no. Es importante tener en cuenta las cualidades de una buena META. Si una meta no es realista, no existe ninguna esperanza, pero si no es desafiante, no hay motivación.
Una de las claves: SMART (inteligentes):
– Específicos (Specific). – Medibles (Measurable). – Concertados (Agreed). – Realistas (Realistic). – Planeados por etapas (Time phased).
Además:
– Positivamente enunciados (Positively stated). – Comprendidos (Understood). – Pertinentes (Relevant). – Éticos (Ethical)
Una forma muy efectiva de cambiar nuestro foco de atención es cambiando el tipo de preguntas que nos hacemos a nosotros mismos.
Puedes preguntarte:
– ¿Qué es lo que quiero? – ¿Qué quiero en lugar de lo que tengo? – ¿Qué preferiría tener?